¿Tu tatuaje está rojo e inflamado y la piel de la zona se siente caliente? ¿Tienes granos o ampollas en las líneas del diseño o a su alrededor? Estos suelen ser síntomas de una mala cicatrización de tu tatuaje, debido a una infección, una reacción alérgica u otros problemas.
A continuación te contaremos cuáles son las complicaciones que se presentan con mayor frecuencia durante el proceso de cicatrización de un tatuaje y qué puedes hacer para reducir los riesgos o para evitar estas situaciones.
¿Qué puede producir la mala cicatrización de un tatuaje?
Las principales causas de una mala cicatrización son las infecciones bacterianas, las reacciones alérgicas, la formación de granulomas o queloides. Puedes reducir el riesgo de que esto te suceda teniendo en cuenta algunos sencillos consejos.
Infecciones
Si tu tatuaje o el área alrededor del mismo se ve inflamada, hinchada, está enrojecida o exuda abundante líquido amarillento o blanquecino, es posible que una infección bacteriana esté impidiendo que el tatuaje cicatrice adecuadamente.
Las infecciones en los tatuajes se pueden evitar. Es importante que el tatuador utilice material estéril o esterilizado en autoclave. Esto también evitará otro tipo de infecciones virales que pueden transmitirse por la sangre, como el VIH, la hepatitis B o la hepatitis C.
Además, durante el proceso de cicatrización del tatuaje es muy importante higienizar el área con frecuencia, mantenerla seca y evitar la exposición al sol para evitar infecciones y otras lesiones.
Si tienes síntomas de infección en tu tatuaje, debes consultar al médico enseguida. Es posible que te ordene un tratamiento con fármacos antibióticos.
Reacciones alérgicas
Si observas que la piel alrededor de tu diseño está roja o presenta muchos granitos o pequeñas ampollas, es posible que se trate de una reacción alérgica a la tinta utilizada en el tatuaje.
Las tintas acrílicas son las que se utilizan con mayor frecuencia, debido a sus colores brillantes y larga duración, pero pueden contener metales y otras sustancias químicas que podrían causar reacciones alérgicas, especialmente en pieles sensibles.
La tinta de color rojo es la que provoca un mayor número de alergias y reacciones adversas.
Actualmente existen pigmentos sintéticos orgánicos que presentan un menor riesgo de provocar reacciones alérgicas, pero no todos los tatuadores los utilizan.
Si tienes una reacción alérgica en tu tatuaje, puedes aplicar una crema con corticosteroides para tratar de revertir la situación. Si la situación no mejora en un par de días, debes consultar al médico. Es posible que debas tomar antihistamínicos por vía oral y si no se observa mejoría, tal vez debas eliminar el tatuaje.
Cómo evitar las reacciones alérgicas
El tatuador puede hacer un par de pruebas 24 horas antes del día acordado para hacer el diseño, para saber si eres alérgico/a a la tinta del tatuaje.
Por ejemplo, el día antes el tatuador puede ponerte un parche sobre la piel con la tinta que utilizará, o hacer dos o tres puntos de diferentes colores con la aguja. Al día siguiente, si no hay enrojecimiento de la piel, granitos o ampollas, el riesgo de que aparezca una reacción alérgica probablemente sea bajo.
Granulomas
Un granuloma es un área pequeña de inflamación que puede tener forma de botón o ampolla y que puede aparecer cerca del tatuaje. Es una reacción del organismo ante una sustancia extraña como lo es la tinta del tatuaje.
Si tienes cualquier tipo de inflamación alrededor de tu diseño, es importante consultar a un médico, preferentemente un especialista en dermatología, para que te recomiende un tratamiento adecuado.
Queloides
Algunas personas son propensas a formar queloides. Un queloide es una cicatriz anormal que con el tiempo pasa a ser más grande y ancha que la lesión original. En el caso de los tatuajes, se puede observar como un cordón grueso y elevado de color rosado o rojo en las líneas del diseño o a su alrededor.
Los queloides son más frecuentes en la zona alta de la espalda, el pecho y los hombros.
Si eres una persona con tendencia a formar queloides, lo mejor será evitar los tatuajes grandes. Tal vez puedas hacerte un tatuaje pequeño en una zona de bajo riesgo. Durante el proceso de cicatrización, debes cubrir la zona con vaselina y colocar un vendaje que haga presión sobre el diseño para tratar de evitar la formación del queloide.
Cómo mejorar la cicatrización de un tatuaje
Los problemas de cicatrización de un tatuaje, como infecciones o cicatrización lenta, pueden estar relacionados con el área en que se realizó el diseño (algunas regiones pueden ser difíciles de mantener limpias y secas), con una mala técnica del tatuador, agujas con irregularidades en su superficie o material de baja calidad.
Para evitar estos problemas recomendamos:
- Elegir un tatuador profesional con experiencia, que trabaje con materiales de alta calidad. Es posible que los mejores tatuadores tengan tarifas más caras, pero el gasto te evitará problemas y valdrá la pena.
- Mantener limpia e hidratada la zona del diseño. Durante el proceso de sanación del tatuaje es fundamental mantener una rutina de higiene y aplicar una crema hidratante que ayude a acelerar la cicatrización.
- Evita la exposición al sol y los baños de inmersión. Mientras tu tatuaje está sanando, es importante evitar la exposición directa al sol y los baños en el mar, piscinas, jacuzzis y bañeras. De esta forma también podrás evitar infecciones y retrasos en la cicatrización de tu tatuaje.
Siguiendo estos consejos podrás minimizar o evitar los problemas de cicatrización de tu tatuaje. Si tienes síntomas de inflamación que no ceden con el tiempo, debes consultar al médico.